Marzo de nuevos comienzos

Estamos a una semana exacta de que comience marzo, el mes de los comienzos y los nuevos ciclos lectivos. Recuerdo mi ansiedad, de niña, pensando en quiénes serían mis compañeros y compañeras, en qué maestra me tocaría, en cuántos serían los desafíos del nuevo grado. Recuerdo la previa, desempolvar la túnica tras las vacaciones de verano, elegir la mochila, los útiles más básicos… ya después, cuando tuviera la lista completa, iría con mamá a alguna papelería para hacerme de cuadernos, lápices de colores, juego de geometría…

Más que un cuarto propio

La Escuelita de Autoras será, ante todo, un lugar de reflexión. Sobre la creación de las otras y sobre nosotras mismas. Hace casi cien años, sostenía Virginia en su ensayo que las limitaciones no venían sólo de mandatos de género, sino también de la escasa complicidad entre mujeres. Sin embargo, las mujeres del siglo XX empiezan a comprender la importancia de organizarse en colectivos, motivadas tal vez por lo mismo que escribió Woolf: “mi espíritu se agita cuando pienso en Mujeres y ficción. (…) El espíritu es el más caprichoso de los insectos, palpitante, revoloteante.” Nosotras realmente quisiéramos que esos espíritus volaran libres y singulares, conquistando cada vez más espacios, creándolos incluso, porque de sostener tradiciones ya ha tenido bastante nuestra historia y porque, quizá, repensar no sólo el qué sino el cómo y el dónde sea una de las claves para la difusión de lo que sea que queramos expresar.