

Qué tiene que ver la Escuelita de Autoras con el 14 de febrero, podrían ustedes preguntarse…
Es que en algunos lugares (recuerdo que México es uno de ellos) se refieren a la fecha de San Valentín como el día del amor y la amistad. Y más allá de que en este taller (como en todos los de Papel en Cero) hay puesto mucho amor, yo me voy a quedar hoy con lo segundo, porque de verdad siento que la amistad es uno de los diferenciales más importantes de este espacio.
Magdi y yo nos hicimos amigas con el tiempo. Nos conocimos en un taller de escritura que di en Montevideo en 2019 y, después, durante 2020, trabajamos para una publicación digital, ella encargada del diseño editorial, yo de la edición de los textos de las mujeres que habían sido parte del segundo taller que tuvimos juntas. Fue una satisfacción enorme ver el producto terminado, compartirlo con las compañeras. Creo que ahí estuvo la primera semilla de la Escuelita. Intercambiamos cientos de mails, nos reunimos no sé cuántas veces por Zoom, nos mandamos audios larguísimos, siempre reflexionando sobre lo que estábamos haciendo, intercambiando impresiones, dejando al criterio de una lo que había creado la otra. No se da fácil esa confianza pero entre nosotras se dio y también la abonamos. Ambas creemos en la idea de pensar los procesos creativos conforme a los ciclos naturales de todas las cosas. En plantar, regar, fertilizar, podar y también en tener la paciencia de esperar a que el brote crezca, de bancarse los períodos de sequía, de resistir los vientos, y de después aprender a hacer compost con la basura. No todo puede ser convertido en proyecto de escritura, pero sí todo puede nutrirla.
Mientras tanto, la amistad creció a la par. Yo deseé publicar un libro y fue ella quien lo diseñó. Ese mismo año, en diciembre de 2021, tras presentarlo juntas pasamos la noche del 31 de diciembre en su casa, con nuestras madres, que también se terminaron haciendo amigas. Seguimos intercambiando más mails, haciendo más reuniones por Zoom, coordinamos ya no sé cuántas clases… Dentro del espacio de la Escuelita nacieron un Aula propia y los encuentros para Escribir juntas. ¿Cuántas consignas de escritura habremos ideado hasta ahora? Para inspirarnos, nos recomendamos libros, películas, músicas. Nos mandamos audios larguísimos dudando de algo, teniendo fe en algo, animándonos a algo. Ella ve las primeras versiones de mis textos. Yo veo los bocetos de sus diseños. Nos damos para adelante ideas, descartamos otras.
¿Cómo no creer que esta amistad es el gran diferencial del taller de la Escuelita de Autoras? El saber que somos dos pensando y repensando los temas, intercambiando miradas y bibliografías, proponiendo puntos de vista nuevos, a veces opuestos, por cierto, porque afortunadamente no siempre estamos de acuerdo. Tenemos sensibilidades afines pero diferentes. Por eso ella llega a lo que yo no y viceversa. Por eso el taller se complementa y se amplifica al ser las amigas que somos. Dicen que cuatro ojos ven más que dos. Entonces cuatro manos hacen más creativamente. Y dos corazones laten más fuerte.
Hoy celebro que tras tantas idas y venidas ilusionadas, y después de tantos problemas técnicos desalentadores, la nueva imagen de la Escuelita de Autoras, que por supuesto diseñó Magdi Molnar, ya está compartida con ustedes. Celebro la perspectiva de trabajar con mi amiga por quinto año consecutivo, no una sino dos veces por semana (más todas las reuniones de coordinación suplementarias 😅🤓).
Ahora las esperamos a ustedes para ser parte de esta amistad. ¡Las inscripciones de la Escuelita están abiertas porque comenzamos en marzo! Ya pueden reservar su lugar: [email protected] 💘
Feliz día del amor y la amistad,
María