Sentirse segura – Diario semanal de un camino del artista

I. Vengo pensando en escribir esto desde hace unos días. Antes de empezar, enciendo el carboncito que compré en Oaxaca para quemar el copal, la resina vegetal con la que los Aztecas limpiaban las impurezas del lugar. ¿A qué fantasmas quiero ahuyentar yo con esto? No lo sé, y acepto quedarme con el misterio. Son […]

La conmoción de un libro

Terminar un libro que te gusta (mucho más que eso: que te encanta, que te subyuga, que te deslumbra, que te compromete) nunca es una experiencia del todo grata. Por un lado, está esa ansiedad previa por avanzar y saber más, por entregarte a él por completo; la misma que va desvaneciéndose conforme las páginas […]

Tres años de Papel en Cero

“Mi chamba es hacer conciencia”, me dice Yvonne, y se refiere nada más y nada menos que a la consciencia que despierta en mí cada vez que me deja en el aire una de esas frases suyas para que yo revise o resignifique algo de lo que me está pasando. Lo dice probablemente mientras busca el punto justo donde colocar su aguja experta de acupuntura, enseguida después de decirme “jálame aire” y de recordarme luego que lo suelte. Es interesante pero toda enseñanza consta, al fin de cuentas, en aprender a respirar. Y para eso también se necesita ayuda.

Y las mujeres por qué no

En 1971 la profesora estadounidense Linda Nochlin se preguntaba por la inexistencia de grandes mujeres artistas en un artículo titulado Why have there been no great women artists? No es de sorprenderse que este tipo de texto surgiera en la década del 70, cuando la renovación del movimiento feminista habilitaba la revisión del que había sido hasta entonces el papel de la mujer en todas las áreas, incluida la del arte.

Más que un cuarto propio

La Escuelita de Autoras será, ante todo, un lugar de reflexión. Sobre la creación de las otras y sobre nosotras mismas. Hace casi cien años, sostenía Virginia en su ensayo que las limitaciones no venían sólo de mandatos de género, sino también de la escasa complicidad entre mujeres. Sin embargo, las mujeres del siglo XX empiezan a comprender la importancia de organizarse en colectivos, motivadas tal vez por lo mismo que escribió Woolf: “mi espíritu se agita cuando pienso en Mujeres y ficción. (…) El espíritu es el más caprichoso de los insectos, palpitante, revoloteante.” Nosotras realmente quisiéramos que esos espíritus volaran libres y singulares, conquistando cada vez más espacios, creándolos incluso, porque de sostener tradiciones ya ha tenido bastante nuestra historia y porque, quizá, repensar no sólo el qué sino el cómo y el dónde sea una de las claves para la difusión de lo que sea que queramos expresar.